La mirada
Tico e Ingrid, personajes relevantes de esta historia sentimental, configuran el complejo desarrollo de dos vidas que, unidas a otras existencias no menos intrigantes -el canónigo lectoral don Benito, el eclesiástico padre Guzmán, el comunista Fermín, y las jóvenes Merce, Rosa y Zaira- establecen un nudo psicológico intricado pero lleno de vitalidad que se desenvuelve en el espacio dicotómico de la virtud y el desenfreno. Desplegada la novela en Lugo, en su catedral tiene lugar una vivencia extraordinaria entre Tico como representación del desconcierto, y don Benito en calidad de hombre cabal. Igualmente Fermín genera situaciones dramáticas dignas de ser estudiadas en el marco del odio y las pasiones humanas. Amor y sexo, intriga y apasionamiento son los componentes básicos de este relato en el que Dios y las fuerzas diabólicas nos muestran la viveza de la dualidad existencial.